lunes, 21 de febrero de 2011

Iglesia de Cabros.

Con respecto a la actitud frente a las expresiones de afecto de las minorías sexuales en la plaza mayor, estoy totalmente de acuerdo con la alcaldesa. Además es injusto lo que sucede con las minorías sexuales, a éstas se les ven como anormales o seres de otro planeta. Pero por qué no vemos así a Cipriani, un señor que se enajena del amor, debe tener la próstata a punto de reventar. Por otra parte quién es más marica, un tío que besa a otro y le coge de la mano a su pareja o un tío que usa falda y se vale del apoyo de unos pederastas como son los principales administradores de la Iglesia Romana.

O sea es una provocación que dos seres humanos que se aman se den un beso en frente de la iglesia esa porque son del mismo sexo. Pero no es una provocación que en la iglesia convivan hombres con sotana que se hacen la paja y cabe la probabilidad de que estén violando a los acólitos. Sí, se debe hacer algo, el Ministerio del Interior debe intervenir, pues sí, que lo haga, ingresando a ese “palacio de la ignorancia” sacando a esos maricas que dicen ser intermediarios de Dios y los hombres.

Por otra parte no soy racista, pero hay que ser bien bruto para pensar como ese gordo negro que no sé como se escribe su nombre, ojo podría buscarlo en Internet, pero me da pereza dedicarle más tiempo a alguien que no se merece nada.