Un minuto de Silencio,
1, 2, 3, 4, 5,…, 59, 60.
Ayer vi a Jaime Bayly en su programa y me sorprendí por cada uno de los audios propalados, no lo podía creer y me dio pena por mi amiga que votaría por Lourdes y que la defendía. Si bien antes nuestras discusiones terminaban en el beneficio de la duda a favor de Lourdes, ayer se la desenmascaró por completo y demostraron que su afán por llegar a la alcaldía sólo es ambición económica. Los audios en que su secretaria concertaba reuniones con magnates interesados en negociar con la municipalidad de Lima eran más que suficientes para que su candidatura esté en coma, pero las conversaciones que sostuvo con barrón, en las cuales no hay ningún delito, la han matado. ¿Cómo podría llevar a la alcaldía de Lima a alguien que no le importa un comino, que le importa una porquería? Lo siento, por mi amiga, por la gente honesta que apoyó a Lourdes, lo siento por mí mismo que apoyé a Lourdes en sus campañas presidenciales, siento que haya muerto políticamente.
Sólo me queda decir para los tercos: ¡Métanse la alcaldía al poto!
Aquí descansa en paz una mujer que luchó por alcanzar la gloria y nunca lo consiguió. Nunca será feliz. La compadezco.
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Ayer vi a Jaime Bayly en su programa y me sorprendí por cada uno de los audios propalados, no lo podía creer y me dio pena por mi amiga que votaría por Lourdes y que la defendía. Si bien antes nuestras discusiones terminaban en el beneficio de la duda a favor de Lourdes, ayer se la desenmascaró por completo y demostraron que su afán por llegar a la alcaldía sólo es ambición económica. Los audios en que su secretaria concertaba reuniones con magnates interesados en negociar con la municipalidad de Lima eran más que suficientes para que su candidatura esté en coma, pero las conversaciones que sostuvo con barrón, en las cuales no hay ningún delito, la han matado. ¿Cómo podría llevar a la alcaldía de Lima a alguien que no le importa un comino, que le importa una porquería? Lo siento, por mi amiga, por la gente honesta que apoyó a Lourdes, lo siento por mí mismo que apoyé a Lourdes en sus campañas presidenciales, siento que haya muerto políticamente.
Sólo me queda decir para los tercos: ¡Métanse la alcaldía al poto!
Aquí descansa en paz una mujer que luchó por alcanzar la gloria y nunca lo consiguió. Nunca será feliz. La compadezco.
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